sábado, 3 de octubre de 2015

ACTUALIDAD SOBRE EL CANCER INFANTIL (“El cáncer va a estar con nosotros mientras haya vida en el planeta”)


Hace mucho no, muchísimo tiempo que no escribo un post en el blog ya que cada vez que leía una noticia de una nueva cura, leía en Facebook que uno o varios niños despegaban sus alas por lo que se me quitaban todas las ganas.

Ayer dia 2 y a través de un papá de un angelito que se fue por culpa del mismo tipo de cáncer que Amagoia he leído esta entrevista que me ha parecido tan interesante que me ha animado a volver a escribir y aquí os la transcribo.


2/10/2015 Nuño Domínguez (El País)

Joan Massagué (Barcelona, 1953) dirige el Instituto Sloan Kettering de Nueva York, desde donde combate en el peor frente de la guerra contra el cáncer. De todas las fases de esta enfermedad, la más esquiva es el periodo de latencia, cuando las células malignas anidan en los tejidos y esperan durante meses o años antes de despertar y causar una recaída en forma de metástasis, la causante del 90% de todas las muertes por cáncer. Massagué, que trabaja en EE UU desde hace 35 años, dirige uno de los grupos más avanzados en la comprensión de esa fase, que solo se ha comenzado a estudiar hace pocos años. El farmacéutico catalán también ha jugado un papel clave en la creación de centros de investigación punteros en España como el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, o el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), del que es miembro de su comité científico asesor.

Massagué ha pasado por Madrid para participar en el Frontiers Meetings Metástasis: mecanismos de aparición y oportunidades terapéuticas que organiza el CNIO. En esta entrevista con EL PAÍS, el investigador explica sus últimos avances en la comprensión de este complejo proceso y en la búsqueda de nuevos tratamientos experimentales en pacientes. También habla de sus razones para haber apoyado, junto a otros 200 científicos, un manifiesto a favor de la candidatura independentista de Junts pel Sí en las elecciones catalanas del pasado domingo.

Pregunta. ¿En qué punto están sus investigaciones sobre la metástasis?

Respuesta. Desde hace 14 años, mi laboratorio está muy dedicado a la metástasis y, desde hace cuatro o cinco, está enfocado en la etapa de siembra. Es lo que existe en los tejidos de un enfermo de cáncer al que le han diagnosticado un tumor, que se extirpa en la mayoría de los casos. Hay que entender que ese tumor ha estado durante meses, años, cada hora y cada día, soltando miles de células. La inmensa mayoría de esas células malignas que se han ido por el torrente circulatorio mueren, porque tenemos defensas, pero no todas. Algunas consiguen infiltrarse a tejidos y eso es lo que llevamos encima. No quiere decir que tengamos metástasis. Es como cuando pasas la gripe. Si miran tus mucosas bucales encontrarán partículas virales, pero eso no quiere decir que tengas la gripe. El virus tiene que vencer barreras de defensa. De esta siembra, nosotros nos preguntamos cómo vive, y dónde y por qué no se acaba de morir. ¿Por qué cuando los patólogos toman muestras ven que estas células están quietas, no están proliferando ni dividiéndose?, ¿Qué hace que no lo hagan?, ¿es esto lo que posiblemente las protege? Todas estas preguntas, que son de niño, muy lógicas, nadie las ha estudiado. Nosotros hace cuatro años nos metimos a intentarlo. Lo hacemos en general y también desde el punto de vista de la metástasis cerebral, que es un problema creciente.

P. ¿Cuáles son sus últimos resultados?

R. Esta temporada van a publicarse estudios que llevamos haciendo estos cuatro años. Cada uno cuesta centenares de miles de dólares. Estamos empezando a resolver la pregunta de qué son estas células. ¿Son especiales o del montón del tumor? ¿Cómo entran en su estado no proliferativo? Estamos bastante avanzados en esto. En metástasis cerebral hemos edificado sobre los últimos resultados, encontrando vías para la intervención terapéutica. Tenemos ya pruebas clínicas piloto en marcha antes incluso de que se hayan publicado los resultados científicos. Usamos medicamentos seguros, que están aprobados para otras cosas y que no se sabía que podían ser útiles en metástasis cerebral. Nosotros hemos descubierto que son muy efectivos en el ratón y ahora hay que comprobar que sean compatibles con la situación de los enfermos con metástasis cerebral. Hay que entender que por mucho que sean seguros en personas normales o con otras dolencias, la metástasis cerebral causa hemorragias, hay que hacer pruebas clínicas seguras. Que antes de que se publique el estudio en el que se describen los descubrimientos haya ya enfermos siendo tratados es extraordinario.

P. La metástasis es el verdadero enemigo a vencer para convertir el cáncer en una dolencia crónica ¿Esto se conseguirá algún día?

R. Ya lo es en muchos casos, el 50% o 60% de los cánceres se dominan. Hay la confusión de que contra las metástasis ya no hay terapia. No es cierto. Toda la quimio, todas las inmunoterapias nuevas, las terapias dirigidas, la inmensa mayoría son para el paciente con metástasis porque el tumor primario se lo sacaron. Es algo que se hace por si acaso, para eliminar lo máximo de la siembra. El problema es que en el periodo de siembra, las células malignas no se están dividiendo y los medicamentos que existen fueron desarrollados por su efectividad contra células de cáncer que sí se están dividiendo, ya se ve que esta siembra va a quedar seleccionada. Ya se han cronificado muchos cánceres. En EE UU, 14 millones de personas que han padecido cáncer están vivas. Esta cifra la conozco de allí, pero aquí en España y en Europa también hay muchísimas personas en la misma situación, aunque no lo llevan escrito en la solapa. Cáncer de mama, de próstata, ciertas leucemias, ciertos linfomas, cáncer testicular… Hay personas, en cáncer de mama por ejemplo, que sufren metástasis pero están a raya, seguramente van a morir con metástasis pero no de metástasis, y esto es lo que la oncología está acotando, vamos pegando mordiscos.

P. ¿Qué le parece el reciente avance de la inmunoterapia?

R. Es un gran avance altamente efectivo en ciertos cánceres, pero no en otros. Ahora se está determinando la efectividad en cada subtipo y por qué funciona en ciertos pacientes y no en otros de manera que podamos estudiar mejor [conocer en qué fase de desarrollo está] y sepamos a quién merece la pena darle esta nueva terapia combinada con la otra porque son los que tienen más probabilidades de responder. Todo esto está en constante evolución

P. ¿Existe el riesgo de que haya muy buenos pronósticos para unos enfermos y no se pueda hacer casi nada por otros?

R. Sí claro, pero eso ya pasó con la infección. Tenemos antibióticos que son muy buenos, pero no contra todas las infecciones. El ébola es una infección viral, la gripe también, pero son distintas. El cáncer va estar con nosotros mientras haya vida en el planeta, es algo que se desarrolla en los tejidos vivos según se van proliferando, si encima le das tabaco, sol, todavía haces más. Pero incluso hay un número considerable de cáncer en personas que nunca jamás han fumado y que es de un 12% o un 15% y sigue siendo mortal. El propio organismo hace sus errores y se convierten en cáncer. El sistema inmune los liquida constantemente cada día. La inmunoterapia consiste en quitarle un poco el freno a la inmunidad para que acabe la faena que no hizo pero sin provocar una fuerte reacción autoinmune ante la que podrías sucumbir. El cáncer es acotar, irlo llevando a donde se llevó el tema de la infección en el siglo XX, y así va a quedar.

P. De cara a los nuevos fármacos, ¿le preocupan los precios y la desigualdad que pueda haber entre enfermos?

R. Es un problema terrible. Hay médicos e instituciones, incluida la mía, que toman posturas políticamente muy comprometidas con las farmacéuticas. Es un tema difícil. Tiene que haber evolución, cada vez va a haber más eficiencia, van a salir competidores que van a sacar medicamentos y los van a meter en el mercado por una fracción del precio y el mercado lo va a normalizar. Y además está la presión social de gente que dice “a mi hijo no le podemos dar ese medicamento porque no lo podemos pagar y se está muriendo”.

A partir de aquí se habla de política, tema que personalmente no me importa y creo que no debo de escribirlo aquí.

¿Qué opináis? Varias veces he escuchado que el cáncer va a estar siempre ahí pero estoy segura que algún día se curará como una gripe.

MILLONES DE BESOS AL CIELO!!!!

martes, 17 de marzo de 2015

ACTUALIDAD SOBRE EL CANCER INFANTIL (Transformadas células cancerosas en inocentes glóbulos blancos)


Artículo encontrado en internet sobre el cáncer infantil


Transformadas células cancerosas en inocentes glóbulos blancos (El País. 17/03/2015)


En el mundo visible, el equivalente sería transformar de golpe y porrazo a los bárbaros asesinos del Estado Islámico en trabajadores sanitarios de Médicos Sin Fronteras. En el mundo invisible para el ojo desnudo, lo que ha hecho un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford (EE UU) es transformar células de un cáncer de la sangre en inofensivos glóbulos blancos, las defensas de nuestro organismo.

El avance se ha conseguido casi por casualidad. Los científicos habían aislado en el laboratorio células cancerosas de un paciente con leucemia linfoblástica de células B precursoras, un tipo de leucemia agresiva que provoca una multiplicación de glóbulos blancos inmaduros, y por lo tanto inútiles, en la médula ósea del interior de los huesos y en la sangre. Como si se tratara de una piscina de pirañas en un zoológico, los investigadores, dirigidos por el médico Ravi Majeti, lanzaban a las células cancerosas todo tipo de nutrientes para intentar mantenerlas con vida y poder estudiarlas. Hasta que uno de sus jóvenes investigadores, Scott McClellan, se percató de que las células dañinas se estaban convirtiendo en inofensivos macrófagos, unas células defensivas capaces de engullir y hacer desaparecer microbios nocivos e incluso células cancerosas.

Una vez identificada la causa de la metamorfosis —un cóctel de proteínas que se pegan a determinadas secuencias de ADN—, los científicos observaron que las nuevas células, pese a conservar algunas características de sus padres cancerosos, no eran capaces de desencadenar la enfermedad en ratones modificados genéticamente para no tener defensas. Para los autores, reprogramar las células tumorales para convertirlas en glóbulos blancos “puede representar una nueva estrategia terapéutica”, según publican hoy en la revista científica PNAS.

En realidad, como admite el equipo de Stanford, el método no es completamente nuevo, sino que se apoya en estudios publicados desde 2004 por el investigador Thomas Graf, primero en la Escuela de Medicina Albert Einstein de Nueva York (EE UU) y en los últimos años en el Centro de Regulación Genómica de Barcelona.

Graf, según explica él mismo a Materia, no ha estudiado células cancerosas tomadas directamente de pacientes, sino líneas celulares, cultivos de células multiplicadas una y otra vez en laboratorio a partir de una muestra original. Son células como las HeLa, extraídas hace más de 60 años de Henrietta Lacks, una trabajadora de los campos de tabaco que murió a los 31 años en Maryland (EE UU) por un cáncer de útero. Los científicos mantienen vivas estas células y las multiplican para poder estudiarlas y, en el caso de las de Henrietta Lacks, identificar la causa del cáncer de cuello de útero.

Por teléfono desde Barcelona, Graf celebra una de las novedades del estudio de Stanford: el descubrimiento de que la metamorfosis de las células cancerosas a glóbulos blancos ocurre también de manera espontánea, aunque en escaso porcentaje. El fenómeno, a juicio de Graf, “hace más probable esta vía terapéutica”.

“Lo ideal ahora sería encontrar una sustancia química que acelere esta transformación que ya ocurre espontáneamente”, explica el investigador. Su institución, el Centro de Regulación Genómica de Barcelona, llegó a patentar el método, pero dejó de pagar la patente después de un año sin éxito en su búsqueda de un fármaco que lograse esos efectos, detalla Graf. “Probamos 6.000 compuestos y no encontramos nada lo suficientemente potente”. Ahora son los investigadores de Stanford los que buscan esa sustancia química.

Otro tipo de leucemia, la promielocítica aguda, ya se combate con un tratamiento similar, basado en un pariente de la vitamina A, el ácido retinoico, combinado con quimioterapia. El ácido retinoico ayuda a convertir las células tumorales en granulocitos, otros glóbulos blancos especializados en la lucha contra las infecciones bacterianas.

En el caso de Stanford, los macrófagos actúan “como perros sabuesos a los que su dueño da a oler un objeto de la persona a la que quiere buscar”, según un comunicado de la universidad. Los macrófagos normales presentan en su superficie restos de células dañinas digeridas para que otros glóbulos blancos las ataquen. En el caso de los macrófagos procedentes de células cancerosas, conservarían un tufo químico que delataría su pasado y facilitaría la respuesta de las defensas del organismo contra el tumor, según creen los autores de Stanford.

El biólogo molecular Juan Cruz Cigudosa, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en Madrid, es cauto con los nuevos resultados. “El estudio es interesante, pero bastante preliminar”, afirma. En su opinión, faltan más estudios con ratones que demuestren que el método curaría la leucemia linfoblástica de células B precursoras sin necesidad de combinarlo con quimioterapia, como sí requiere el tratamiento contra la leucemia promielocítica aguda. Para Thomas Graf, sin embargo, estos estudios extra no serían necesarios: “Ya han demostrado que las células transformadas no inducen leucemia”, sostiene. Solo faltaría el fármaco y comprobar que funciona en pacientes humanos.

miércoles, 11 de marzo de 2015

ACTUALIDAD SOBRE EL CÁNCER INFANTIL (Reconocimiento por aseguradora fallecimiento Javier Velasco por ensayo clínico)

Siempre hablamos de investigación del cáncer infantil y otras enfermedades raras que sufren nuestros pequeños y para eso estamos luchando en esta Asociación y en otras muchas como la nuestra, para una cura de estas enfermedades.

Siempre hemos leído noticias positivas sobre los ensayos clínicos (cosa que nos alegramos infinitamente!!!) pero hoy quiero hacerme eco del post de una familia que ha perdido a su pequeño ángel a consecuencia de un ensayo clínico ya que estas cosas nunca se leen, porque generalmente cuando fallece algún pequeño siempre es por alguna otra causa como, por ejemplo, una parada cardiorespiratoria (pero lo siguiente es la pregunta de... ¿a consecuencia de que un niño de 7 años, por ejemplo, sufre esa parada cardiorespiratoria? ahí queda esa pregunta para los médicos).

"La familia de Javier Velasco Rodríguez expone: Que la compañía que cubría la responsabilidad del ensayo clínico ha reconocido que la muerte de Javier se debió a las complicaciones derivadas de la enfermedad de injerto contra huésped y la toxicidad de los tratamientos recibidos en el ensayo clínico " Trasplante Haploidentico e infusión de células NK estimuladas con IL-15 en pacientes con tumores sólidos refractarios: protocolo HNJ-NK-01/2009. Y dice que cuando Javier fue sometido a este ensayo no tenía actividad metabólica de su enfermedad. Quedando así demostrado que Javier falleció a consecuencia del ensayo."


Un abrazo enorme para estos papás y para todos los que han perdido a sus pequeños!!

SOIS GRANDES PEQUEÑOS ANGELES!!! MILLONES DE BESOS AL CIELO!!!

lunes, 2 de marzo de 2015

ACTUALIDAD SOBRE EL CANCER INFANTIL (Pequeños superhéroes que luchan contra el cáncer)

Pequeños superhéroes que luchan contra el cáncer (Virginia Lopez Enano - El País) 12.02.2015

Cuando era apenas un bebé de ocho meses Alejando enfermó. Por los síntomas que presentaba todo apuntaba a que podía tratarse de una gripe. Pero pasaba el tiempo, el niño no mejoraba y a Cristina García, su madre, no le convencían las explicaciones médicas. "Yo sabía que no era normal en mi hijo", explica la mujer. Finalmente a Alejandro le diagnosticaron leucemia, el tipo de tumor más frecuente en niños. Ahora tiene 11 años y tras toda una vida de lucha ha conseguido vencer la enfermedad.

"Si nuestros médicos de cabecera conocen mejor los signos de alerta del cáncer infantil podrán detectar más rápidamente los casos de riesgo", alerta el joven con una entereza que sorprende y unas palabras no muy propias de alguien de su edad. "Así, gracias a una cosa que llaman protocolo, nuestro pediatra sabrá si un niño necesita ir al hospital a hacerse pruebas especiales", concluye Alejandro.

La detección temprana del cáncer en niños y adolescentes es vital para superar la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes, alertan los expertos. Las principales entidades sociales y pediátricas del cáncer infantil han presentado este jueves, la semana en la que se celebra el día internacional de esta patología en menores, una guía de atención temprana que ya está en manos de más de 800 pediatras de atención primaria. "La detección temprana es la mejor medicina", ha asegurado la presidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap), Begoña Domínguez.

El cáncer infantil es una enfermedad muy rara, en España hay cerca de 1.500 casos, y el porcentaje de supervivencia es mayor que en los adultos. El 78% de los menores afectados consiguen sobrevivir, frente al poco más del 50% en los adultos, según los datos aportados por el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (Sehop), Tomás Acha.

Sin embargo, los tratamientos no avanzan mucho en este ámbito ya que al ser una enfermedad rara hay menos interés para la investigación y los ensayos clínicos son más complicados por las características biológicas de los niños, explican los expertos.

En muchos casos el cáncer infantil se puede manifestar con los mismos síntomas que otras patologías menos graves (fiebre, dolor de cabeza...), lo que puede retrasar la aplicación del tratamiento adecuado. Por eso es importante, han señalado los representantes, referir rápidamente a los menores con sospecha de cáncer a unidades especializadas de oncología pediátrica. En algunos casos esta enfermedad es más agresiva en los niños que en los adultos, pero también el porcentaje de éxito es mayor. "Son pocos los afectados pero les podemos ayudar mucho", asegura Acha.

Alejandro es un ejemplo de lucha para ganar la batalla al cáncer y ahora, desde su corta experiencia, manda un mensaje para concienciar a los "mayores" sobre la importancia de la detección precoz de los síntomas del cáncer. "Es una gran medicina, una medicina que tiene de ingredientes los poderes de los médicos, de las enfermeras y de los papás. Y también los nuestros", ha asegurado el niño, que de mayor quiere ser futbolista. "Con nuestros superpoderes queremos llamaros a todos a actuar contra el cáncer infantil y adolescente", ha concluido su discurso el pequeño luchador.

ACTUALIDAD SOBRE EL CANCER INFANTIL (La poca atención de las instituciones y farmacéuticas por el cáncer infantil frena su...)

La poca atención de las instituciones y farmacéuticas por el cáncer infantil frena su... (Efe - Antena 3) 15.02.2015

El cáncer infantil es considerado, por su prevalencia, una enfermedad rara, lo que le convierte en una enfermedad con poco desarrollo en la investigación y con poca atención por parte de las instituciones y la industria farmacéutica que, según los expertos, podrían aumentar el presupuesto en investigación.

Nadando contra esta corriente, en España existe una Unidad de Investigación Clínica para Ensayos Clínicos Pediátricos en Onco-Hematología, puesta en marcha por el CNIO y el Hospital Niño Jesús, que avanza con optimismo en la búsqueda de nuevos tratamientos.
br /> La unidad, que trabaja en fomentar la producción e introducción en el ámbito clínico de nuevas terapias contra el cáncer infantil, está coordinada por el doctor Lucas Moreno, quien con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil explica la situación de la en la que sen encuentran estos pacientes.

"Por cada 200 casos de cáncer en adultos uno es pediátrico, la supervivencia global está por encima de 80%. Aun así dentro de los niños es la primera causa de muerte en niños por enfermedad", señala, aunque todavía el índice de supervivencia de los neuroblastomas o sarcomas en estadios avanzados y algunos tipos de tumores cerebrales o leucemias es inferior al 40%.

Gracias a los esfuerzos internacionales y al trabajo global de todos los oncólogos en los últimos 40 años se ha conseguido un gran avance, aunque no puede igualarse al conseguido en el cáncer de adulto. Lamentablemente, todavía queda un 20 o 25% de niños que no se curan y "muchos de los que se curan tienen secuelas importantes", advierte.

Cada pediatra de atención primaria verá en su consulta a un niño con cáncer cada cuatro años, una enfermedad "extraordinariamente rara" que afecta a 13 de cada 100.000 niños en España y cuya tasa de supervivencia es del 78%, cifra que puede mejorar gracias a la detección temprana.

Las principales entidades pediátricas han editado una guía que recoge las claves del diagnóstico precoz del cáncer infantil y juvenil, con la seguridad de que una atención temprana determina el pronóstico de la enfermedad.

Cada año se diagnostican en España 1.500 nuevos casos de cáncer en niños y adolescentes y, precisamente debido a que ésta es una enfermedad tan rara en estas franjas de edad y se presenta con una sintomatología inespecífica -que se puede confundir con enfermedades tan frecuentes como la gripe- resulta fundamental el trabajo de los pediatras de atención primaria.

ACTUALIDAD SOBRE CANCER INFANTIL (Cáncer infantil)


A continuación copio un artículo que he encontrado en internet sobre el cáncer infantil y me parece muy interesante.


Cáncer infantil (Revisado por: Robin E. Miller, MD) Fecha de revisión: septiembre de 2010

Todas y cada una de las células de nuestro cuerpo están rigurosamente controladas en lo que se refiere al crecimiento, la interacción con otras células e, incluso, su ciclo vital. El cáncer ocurre cuando un tipo de células ha perdido estos mecanismos normales de control y crece de una forma que el cuerpo no puede controlar.

Los distintos tipos de cáncer tienen signos, síntomas, tratamientos y pronósticos diferentes, en función del tipo de células afectadas y del grado de crecimiento celular incontrolado.

Sobre el cáncer

Todos los tipos de cáncer, incluyendo los que se dan en la infancia, tienen un proceso patológico común: las células cancerosas crecen de forma descontrolada, adquieren tamaños y morfologías anómalos, ignoran sus límites habituales en el interior del cuerpo, destruyen células vecinas y, al final, se acaban extendiendo a otros órganos y tejidos (lo que se conoce como metástasis).

Conforme las células cancerosas van creciendo, consumen cada vez más nutrientes del cuerpo. El cáncer consume la energía del niño que lo padece, destruye órganos y/o huesos y debilita las defensas del organismo contra otras enfermedades.

En EE.UU., el cáncer solo afecta a 14 de cada 100.000 niños cada año. Considerando todos los grupos de edad, los cánceres más frecuentes en la infancia son la leucemia, el linfoma y el cáncer cerebral. A partir de los diez años, también hay una mayor incidencia de osteosarcoma (cáncer de huesos).

Cada tipo de cáncer afecta a distintas partes del cuerpo, y sus tratamientos y tasas de curación también son diferentes.

Por lo general, los factores que desencadenan el cáncer en los niños no suelen coincidir con los que lo desencadenan en los adultos, como el hábito de fumar o la exposición a toxinas medioambientales. En contadas ocasiones, los niños que padecen determinadas afecciones de origen genético, como el síndrome de Down, tienen un riesgo incrementado de desarrollar cáncer. Asimismo, los niños que se han sometido a quimioterapia o radioterapia a raíz de un cáncer previo también tienen un riesgo incrementado de presentar otro cáncer en el futuro.

De todos modos, en la mayoría de los casos, los cánceres infantiles se desarrollan a raíz de mutaciones (o cambios) no heredadas en los genes de unas células que todavía están en proceso de crecimiento. Puesto que estos errores ocurren al azar o de forma impredecible, no hay ninguna forma eficaz de prevenirlos.

Es posible que un pediatra detecte algunos de los primeros síntomas del cáncer en la revisión médica periódica de un paciente. De todos modos, algunos de estos síntomas (como fiebre, ganglios linfáticos inflamados, infecciones frecuentes, anemia o moretones) también son propios de infecciones a otras afecciones que son mucho más frecuentes que el cáncer. Por este motivo, es lógico que tanto los pediatras como los padres sospechen otras enfermedades propias de la infancia cuando aparecen los primeros síntomas de cáncer.

Una vez diagnosticado el cáncer, es importante que los padres busquen ayuda para su hijo en un centro médico especializado en oncología pediátrica (tratamiento de cáncer infantil). Tratamiento del cáncer

El tratamiento del cáncer en los niños puede incluir la quimioterapia (el uso de medicamentos para matar a las células cancerosas), la radioterapia (el uso de radiaciones para matar a las células cancerosas) y la cirugía (para extirpar las células cancerosas o tumores). El programa de tratamiento necesario en cada caso dependerá del tipo de cáncer, así como de su agresividad, lo extendido que esté y la edad del niño.

Cirugía

En los niños con leucemia o linfoma, la cirugía generalmente desempeña un papel muy poco importante. Esto obedece a que la leucemia y el linfoma son cánceres que afectan a la sangre y al sistema linfático, que están ampliamente distribuidos por todo el cuerpo, lo que dificulta tratarlos extirpando un área específica.

Sin embargo, en aquellos niños que tienen tumores sólidos y aislados, que afectan a zonas reducidas de la anatomía y no se han extendido a otras partes del cuerpo, la cirugía suele ser un arma eficaz para combatir el cáncer cuando se combina con quimioterapia y/o radioterapia.

Quimioterapia

La quimioterapia es una medicación que se utiliza como herramienta para eliminar las células cancerosas del cuerpo. A los niños con cáncer se les puede administrar la quimioterapia por vía intravenosa (a través de una vena) u oral (por boca). Algunas formas de quimioterapia se pueden administrar por vía intratecal, a través del líquido cefalorraquídeo. Los medicamentos entran en el torrente sanguíneo y matan a las células cancerosas en todas las partes del cuerpo.

La duración de la quimioterapia y el tipo y cantidad de fármacos utilizados dependen del tipo de cáncer que padezca el niño y de su respuesta a la medicación. El tratamiento es diferente para cada paciente, de modo que un niño puede someterse a quimioterapia diaria, semanal o mensualmente. También es posible que el pediatra recomiende hacer varios ciclos de tratamiento, para que el cuerpo del niño pueda descansar y recuperarse entre ciclos consecutivos.

Todos los medicamentos que se utilizan en quimioterapia conllevan el riesgo de padecer problemas a corto y largo plazo. Los efectos a corto plazo incluyen náuseas, vómitos, caída del cabello, fatiga, anemia, sangrado anormal y mayor riesgo de infección debido a la destrucción de la médula ósea, así como lesiones renales e irregularidades menstruales. Algunos de los medicamentos que se utilizan en quimioterapia también se asocian a riesgo de inflamación de la vejiga, hematuria (sangre en la orina), pérdidas auditivas y lesiones hepáticas. Otros pueden provocar problemas cardíacos y cutáneos. Los efectos colaterales a largo plazo incluyen infertilidad, problemas de crecimiento, lesiones en órganos e incremento del riesgo de padecer otros cánceres.

El pediatra de su hijo adoptará precauciones y le recetará otros medicamentos para contrarrestar la máxima cantidad posible de efectos secundarios de la quimioterapia.

Trasplante de médula ósea

Los niños con determinados tipos de cáncer pueden ser candidatos a someterse a un transplante de médula ósea. La médula ósea es un tejido esponjoso que hay en el interior de ciertos huesos del cuerpo y que desempeña la función de producir glóbulos sanguíneos. Si un niño padece un tipo de cáncer que influye sobre la función de los glóbulos sanguíneos, un transplante de médula ósea (junto con la quimioterapia para matar a las células cancerosas) puede favorecer el crecimiento de nuevas células sanas. El transplante de médula ósea a veces también se utiliza para tratar cánceres que no afectan a los glóbulos sanguíneos, ya que permite que los médicos utilicen dosis de quimioterapia más elevadas que las que habría tolerado el paciente si no hubiera recibido el trasplante.

Radioterapia

La radioterapia es uno de los tratamientos más habituales del cáncer. Cuando un niño se somete a radioterapia, se irradia con un haz de ondas o partículas muy potentes que destruyen o dañan las células cancerosas. Muchos tipos de cáncer infantil se tratan con radioterapia, en conjunción con quimioterapia y/o cirugía.

La radioterapia tiene muchos efectos secundarios potenciales (como un riesgo incrementado de malignidad y esterilidad en el futuro), que usted debería comentar con el pediatra de su hijo.

La principal meta del tratamiento del cáncer infantil es la curación; esta es la prioridad absoluta sobre cualquier otro aspecto del cuidado del paciente. De todos modos, hay muchos medicamentos y terapias que pueden ayudar a hacer más soportable el tratamiento del cáncer.

Afrontar el cáncer

Siempre que sea posible, los niños mayores que padecen cáncer deberían participar activamente en su propio tratamiento. Se les debería proporcionar información sobre su tipo concreto de cáncer y sus efectos, utilizando un lenguaje adaptado a su edad y nivel de comprensión. No obstante, cuando el cáncer afecta a niños pequeños (menores de 4 años) suele bastar con explicarles que están "enfermos" y necesitan "medicinas" para mejorar. En todos los grupos de edad, la meta consiste en evitar el miedo y las confusiones.

Muchos niños pueden culpabilizarse, como si el hecho de padecer cáncer fuera, en cierto modo, por su culpa. Psicólogos, trabajadores sociales y otros miembros del equipo de oncología pueden ser de gran ayuda para tranquilizarlos, apoyarlos y ayudarles a expresar y a afrontar sus sentimientos.

El equipo de oncología puede orientar a los pacientes y a sus familiares, ayudándoles a soportar el sufrimiento y a afrontar tanto la incertidumbre como los cambios impuestos por el cáncer y su tratamiento. Si es necesario, este equipo también puede contactar o visitar el centro de enseñanza del niño para explicar el diagnóstico a sus profesores y/o compañeros de clase. Sustituir el miedo, la ignorancia y la confusión por empatía, comprensión e información es una meta fundamental en el proceso de ayudar a un niño con cáncer a afrontar la enfermedad.

El diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil es un proceso largo que se asocia a efectos secundarios, tanto a corto como a largo plazo. Pero, gracias a los avances médicos, cada vez hay más niños con cáncer que completan el tratamiento con éxito y que pueden abandonar el medio hospitalario y crecer como cualquier otro niño. En la actualidad, hasta el 70% de todos los niños con cáncer se pueden curar.

ACTUALIDAD SOBRE EL CÁNCER INFANTIL (La unidad de ensayos clínicos para niños con cáncer triplica su actividad en dos años)



NOTICIA SOBRE ENSAYOS CLINICOS SACADA DE NOTICIASDELACIENCIA.COM


La unidad de ensayos clínicos para niños con cáncer triplica su actividad en dos años. (SINC. 01/03/2015)



Según los últimos datos del Registro Nacional de Tumores, en España, en general, y gracias a diferentes modalidades de tratamientos, el 78% de los pacientes con cáncer infantil se cura. Sin embargo, sigue siendo un número elevado el de los pacientes que fallecen. El índice de supervivencia de los pacientes con neuroblastomas o sarcomas en estadios avanzados y algunos tipos de tumores cerebrales o leucemias es inferior al 40%.

Para investigar los casos menos frecuentes, el Hospital Universitario Niño Jesús y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) crearon hace dos años la Unidad de Investigación Clínica para Ensayos Clínicos Pediátricos CNIO-HNJS. Coordinada por el doctor Lucas Moreno, facilita el acceso a más alternativas terapéuticas dentro de un ensayo clínico, sin necesidad de realizar un desplazamiento por parte de las familias fuera de España.

“Hace dos años no teníamos un ensayo clínico para las leucemias que recaían, ni para los neuroblastomas, ni para muchos tipos de sarcomas, y ahora es un camino en el que estamos mejorando. Siempre queremos tener una cartera de ensayos clínicos que cubran los máximos cánceres posibles pero es un camino en el que hemos avanzado mucho”, ha indicado Moreno.

Durante la II Jornada Hospitalaria sobre Medicina Translacional y Ensayos Clínicos, celebrada el pasado 24 de febrero en el Hospital Niño Jesús, Moreno presentó los resultados obtenidos desde el inicio de actividad de la Unidad. En dos años de vida, han pasado de 9 a 25 ensayos clínicos abiertos, ampliando la posibilidad de acceder a tratamientos experimentales para la mayoría de los cánceres infantiles.

“También hemos conseguido que los medicamentos que van llegando puedan probarse lo antes posible en los niños. Antes, cuando los medicamentos se empezaban a probar en adultos, tardaban más de diez años en llegar a probarse en niños. Ahora, esos ensayos clínicos se hacen antes y, además a gracias a unidades como esta y a otras en Europa, esos ensayos están llegando a España”, ha anunciado Moreno.

Dentro de la unidad, entre los principales cánceres en pediatría, hay ensayos específicos para la leucemia linfoblástica, mieloblástica y el neuroblastoma. Además, hay ensayos genéricos a los que pueden acceder pacientes con cualquier tipo de tumor sólido –exceptuando los cerebrales– y otros para pacientes con determinadas mutaciones genéticas, con independencia de la patología que padezcan.

En un último grupo se encuentran otros tratamientos experimentales para cánceres menos frecuentes, como la leucemia mieloide crónica, LHH (Linfohistiocitosis hemofagocítica), o muy raros, como el tumor de GIST, entre otros.

Durante el año 2015 se espera poder ampliar esta cartera de ensayos iniciando otros cinco nuevos ensayos clínicos, dedicados especialmente al osteosarcoma, al sarcoma de Ewing y a los tumores cerebrales.

La apertura y consolidación de las relaciones con las entidades científicas europeas que coordinan la investigación en el cáncer infantil ha sido clave en este crecimiento. “El trabajo realizado, al ser uno de los hospitales que más pacientes ha reclutado para varios ensayos a nivel internacional, y la colaboración mostrada para promocionar la apertura de nuevos trabajos, ha convertido a la unidad en referencia también a la hora de consultar el diseño y las estrategias de próximos proyectos internacionales”, ha señalado Luis Madero, jefe del Servicio de Oncohematología del Hospital Infantil Niño Jesús y Presidente de la Fundación de la Asociación Española de Pediatría (AEP), durante la jornada.

En dos años de vida, la unidad ha dado acceso a nuevos tratamientos a niños y adolescentes con cánceres avanzados en todo el territorio español. Además, se han abierto cuatro ensayos Fase I first-in-child (que se realizan por primera vez en pacientes pedátricos) y tienen previsto abrir cinco ensayos más en 2015.

Por eso, uno de los objetivos de la unidad para los próximos tres años es ampliar y consolidar la Unidad de Ensayos Clínicos Pediátricos Fase I/II con más ensayos first-in-child, y lograr una variedad que permita tratar a la mayoría de los niños y adolescentes con cánceres refractarios y de alto riesgo, así como ofrecer acceso a nuevos fármacos y terapias a los pacientes de todo el territorio nacional.

Según el doctor Moreno, “se prestará una atención especial en aumentar los ensayos clínicos académicos donde se incorporen la biología tumoral y la medicina personalizada en oncología pedátrica”.

De esta forma, la investigación de onco-hematología pediátrica sí podrá seguir la línea de adultos en cuanto a la aplicación de la medicina personalizada, “con menos toxicidad, mayor precisión a la hora de adaptar los tratamientos de forma individualizada y con tratamientos desarrollados teniendo en cuenta la biología del tumor, el funcionamiento del sistema inmunológico y otros nuevos factores determinantes en la aparición y reacción de las células cancerígenas”.

“Ante tantos objetivos ambiciosos y complejos –añade Madero– es necesario unirse a la estrategias europeas e internacionales, y fomentar la colaboración entre todos los agentes de diferentes sectores que en España trabajan para reforzar el desarrollo de nuevos avances en la investigación del cáncer infantil”.

Según la base de datos del Registro Español de Tumores Infantiles (RNTI-SEHOP), se produce un nuevo caso de cáncer por cada 7.000 niños menores de 15 años y 1.000 nuevos casos de cáncer al año en niños de entre 0 y 14 años. Es la primera causa de muerte infantil por enfermedad en los países desarrollados tras el primer año de vida, y ocasiona el 25% de las muertes en niños de entre 1 y 14 años y el 12-14% de las muertes de adolescentes de entre 15 y 19 años.

A pesar de que en 1990, uno de cada mil adultos jóvenes sobrevivían al cáncer infantil y que ahora son uno de cada 600 los que sobreviven, los investigadores coinciden en que se necesitan nuevos fármacos para combatirlo.

Esta supervivencia se debe, según los doctores, a los ensayos colaborativos internacionales. Sin embargo, los supervivientes siguen padeciendo muchas toxicidades a largo plazo, y hay una necesidad urgente de introducir tratamientos moleculares en la primera línea de tratamiento.

Los científicos defienden que la investigación pediátrica es más necesaria que nunca porque “más del 20% de la población europea tiene menos de 18 años". Según los expertos, "no deben ser considerados adultos pequeños; lo que funciona para los adultos puede no funcionar para los niños". Además, es necesario un cambio en la visión ética: “Los niños deben ser protegidos a través de los ensayos clínicos, no de ellos”, ha explicado Ana Herradón, responsable del Grupo de Monitorización de Ensayos Clínicos de Brystol-Myers Squibb, que acudió al acto de presentación.

Según Herradón, los retos en investigación pediátrica pasan por dos grandes dificultades: la heterogeneidad de la población pediátrica –hay tanto neonatos como bebés, niños y adolescentes– y el diseño del protocolo.

En este último, se tienen que tener en cuenta aspectos como las consideraciones éticas de riesgo-beneficio, que sea válido científicamente a la vez que poco complejo, que las pruebas se minimicen al máximo –y que sean no invasivas–, que se establezca un acuerdo en cuanto a las cantidades de muestras de sangre y se decida sobre la elección del uso del placebo.

Herradón considera que los ensayos pediátricos necesitan de la colaboración por parte de centros, industria, asociaciones, padres y pacientes para poder ser llevados a cabo con éxito.

“Una de las cosas más importantes para nosotros es estar con los padres de los pacientes y uno de esos ejemplos son jornadas como estas”, ha indicado Moreno. “Los padres quieren tener la oportunidad de poder participar en más ensayos clínicos; que no tengan que irse fuera. Nosotros trabajamos con las familias para poder dar un mejor acceso a esos ensayos” ha concluido.

jueves, 26 de febrero de 2015

ACTUALIDAD SOBRE EL CÁNCER INFANTIL (Aumentan ensayos en cáncer infantil: cada vez menos niños irán al extranjero)


A continuación copio un artículo que he encontrado en internet sobre el cáncer infantil con el que, personalmente, discrepo bastante.



Aumentan ensayos en cáncer infantil: cada vez menos niños irán al extranjero (EFE. 24/02/2015)


El aumento del número de ensayos clínicos en cáncer infantil que se está produciendo en España hace que cada vez haya más opciones abiertas y que menos niños tengan que desplazarse al extranjero en busca de una posible solución para su enfermedad.

Así lo ha puesto hoy de relieve el doctor Luis Madero, jefe de servicio de Oncohematología del Hospital Niño Jesús de Madrid, en una rueda de prensa con motivo de la celebración de una jornada sobre medicina traslacional y ensayos clínicos en cáncer pediátrico.

Cada año se diagnostican en España entre 600 y 700 casos de cáncer infantil y casi el 80 por ciento se cura gracias a los avances producidos en los tratamientos multidisciplinares.

Una tasa de supervivencia alta que, no obstante, "es tan duro como decir que un 20 por ciento de esos niños van a fallecer", ha señalado el doctor Madero.

Aunque la incidencia del cáncer infantil no ha aumentado, sí "hay un pequeño repunte" en adolescentes o adultos jóvenes debido a la mayor supervivencia de los niños. De hecho, uno de cada 600 adultos es superviviente de un cáncer pediátrico.

El doctor Madero ha dejado claro que cuando una familia decide llevar a su hijo a otro país lo hace en busca de algún fármaco que está en investigación, "no de una solución" científicamente probada.

De hecho, los pacientes pediátricos de España "pueden tener la garantía absoluta" de que todos los tratamientos cuya eficacia está demostrada están disponibles para ellos.

"Lo que ocurre es que algunos pacientes en situación de riesgo extremo puedan buscar un tratamiento experimental", ha precisado el doctor Madero, quien ha asegurado que la obligación de los profesionales es conseguir que todas las terapias que están en investigación en otros países estén también disponibles en España.

Precisamente para eso se creó en 2013 la unidad de ensayos clínicos pediátricos CNIO-HNJS, que en dos años de trabajo ha pasado de 9 a 25 ensayos, ampliando la posibilidad de acceder a tratamientos experimentales para la mayoría de cánceres infantiles, ha explicado su coordinador, el doctor Lucas Moreno.

Dentro de la unidad hay ensayos específicos para la leucemia linfoblástica, mieloblástica y el neuroblastoma, además de otros genéricos sobre tumores sólidos, salvo los cerebrales, y otros para pacientes con determinadas mutaciones genéticas.

En este último grupo se encuentran otros tratamientos experimentales para cánceres menos frecuentes como la leucemia mieloide crónica, o muy raros como el tumor GIST, entre otros. Durante este año se espera iniciar ensayos en osteosarcoma, sarcoma de Ewing y tumores cerebrales.

En los 25 ensayos participan 40 niños de todas las comunidades autónomas. Un ratio paciente/ensayo muy bajo que se justifica en el hecho de que el cáncer infantil aunque, en conjunto, es menos frecuente, abarca un abanico de múltiples enfermedades.

El objetivo, ha explicado el doctor Moreno, es que todo paciente en el que el tratamiento convencional no funciona pueda ser incluido en uno de ellos sin necesidad de desplazarse fuera de España.

En los adultos, los tratamientos dirigidos contra dianas moleculares ya han demostrado grandes beneficios en determinados tipos de tumores y ahora se trata de desarrollar esos fármacos en la población pediátrica "que no es como un adulto en pequeño, sino que el niño tiene una entidad y necesidades propias".

Los objetivos en los próximos tres años son ampliar y consolidar la unidad del Niño Jesús con más ensayos first in child (los que por primera vez se realizan en pacientes pediátricos) y lograr una variedad que permita tratar a la mayoría de los niños y adolescentes que no responden al tratamiento convencional o tienen un cáncer de alto riesgo.

Se prestará especial atención a aumentar los ensayos donde se incorpore la biología tumoral y la medicina personalizada en oncología pediátrica. EFE

jueves, 12 de febrero de 2015

ACTUALIDAD SOBRE CANCER INFANTIL (Se diagnostican 1.100 cánceres infantiles al año y el 80% se cura.)

Se diagnostican 1.100 cánceres infantiles al año y el 80% se cura. (Efe - 20 minutos) 30.04.2013

Actualmente, se diagnostican unos 1.100 casos de cáncer al año en niños de entre cero y catorce años y, según el último registro nacional de tumores infantiles, casi el 80% de los pequeños que lo padecen superará esta enfermedad. En las estadísticas de hace veinte años el índice de supervivencia a cinco años del diagnóstico era un 43% inferior y un 50% mayor el riesgo de fracaso. Sin embargo, las cifras actuales, con datos recogidos de diagnósticos de 2000 a 2004, ya nos hablan de una supervivencia a los cinco años de la enfermedad de entre el 77 y el 80%. Y el cáncer más frecuente en España en los niños de hasta catorce años es la leucemia (un 25%), seguido por las neoplasias del sistema nervioso central (19,6%) y de los linfomas (13,6%). Estos son los últimos datos sobre la incidencia y control del cáncer infantil en la población, que han sido facilitados hoy por el presidente de la Fundación Española de Pediatría, Luis Madero; el de la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP), Tomás Acha, y el director del registro nacional de este tipo de tumores, Rafael Peris, entre otros. Son las cifras más recientes, pero ya se está trabajando en un próximo índice de supervivencia a cinco años de los diagnósticos de todos los tumores infantiles detectados en España entre 2005 y 2007. El último porcentaje del 80% es mayor que el que se consigue en los adultos, con lo que los datos son esperanzadores y se deben en parte, según los doctores, a la creación de unidades de oncología pediátrica, es decir, equipos ubicados en los servicios pediátricos de hospitales en los que los niños son atendidos de forma multidisciplinar. Otra causa son los óptimos métodos de imágenes, la utilización de la resonancia magnética en el diagnóstico inicial y del PET (tomografía por emisión de positrones) para la valoración funcional de respuesta a algunos tratamientos o en caso de posibles recaídas, y las mejoras en el tratamiento asistencial a los niños, que atiende a protocolos estandarizados internacionales, dada su escasa incidencia.

Las farmaceúticas no dan muchos pasos en la investigación

Por este motivo, también, por la poca incidencia de los casos, las compañías farmacéuticas no dan muchos pasos hacia adelante en la investigación y desarrollo de ensayos clínicos, han señalado los pediatras, quienes han constatado que hay pocas unidades pediátricas que hagan ensayos de tipo 1 y 2. Pero a pesar de esta esperanzadora evolución, que sitúa a España en la media europea en índices de cáncer infantil, el cáncer sigue siendo la primera causa de muerte por enfermedad en menores de catorce años, según ha recordado Ángela Navarro, directora de relaciones institucionales de la Federación Española de Niños con cáncer, que está integrada por dieciséis asociaciones. Por eso, desde la federación, que trabaja desde hace 23 años para conseguir los mejores tratamientos médicos y la mayor calidad de vida para estos niños y sus familias, se aboga por que se reconozca la especialidad de oncología pediátrica. Lo reclaman los padres y también los pediatras, y "no por corporativismo", como ha dicho Peris, sino porque se trata de un problema de lucha contra el cáncer, que en este tipo de casos no tiene prevención. Según Madero, "para los pediatras es fundamental la figura del especialista pediátrico en el cuidado del menor, más aún en patologías tan graves como los tumores". De ahí la necesidad de reconocer la especialidad de oncología pediátrica para favorecer la investigación y dedicación asistencial a estos niños, ya que "son los profesionales mejor formados para abordar sus problemas", según el doctor. Los pediatras han valorado que se amplíe la edad pediátrica hasta los 18 años, porque un niño por ejemplo de 17 que sufre esta enfermedad está más cerca de un chaval de 14 ó 15 años que de un adulto.

miércoles, 11 de febrero de 2015

ACTUALIDAD SOBRE EL CANCER INFANTIL (Ni un niño con cáncer)

Ni un niño con cáncer  (Pilar Ortega - El País) 10-02-2015

Un niño muere de cáncer cada tres minutos en el mundo. Pese a que más del 70% de los cánceres infantiles se curan con los tratamientos actuales, las tasas varían dependiendo del tipo de cáncer y de factores tales como el estado de la infraestructura del sistema sanitario del país, la cultura médica y las condiciones socioeconómicas. Por ello, la Organización Internacional de Padres de Niños con Cáncer, fundada en España en 1994, alza esta semana la voz para pedir mejor acceso a la atención para niños y adolescentes con cáncer en todo el mundo. En España, la tasa de supervivencia es del 76%, y hay 1.500 nuevos casos al año en niños y adolescentes. De los años ochenta (cuando empezó el movimiento asociativo de padres) a la actualidad, ha habido una mejora en la calidad de vida de los menores que padecen cáncer y sus familias. Pero queda mucho por hacer, sobre todo en investigación y en detección temprana.

Aunque ha habido un progreso significativo en el desarrollo de fármacos y en tratamientos en los cánceres clave de adultos, el desarrollo de fármacos contra el cáncer infantil ha ido quedándose atrás. El último medicamento para el cáncer infantil desarrollado en Estados Unidos fue hace 30 años. Es por eso por lo que debemos tomar conciencia de la enfermedad, y de la particularidad de que afecte a nuestros pequeños. Por desgracia, no podemos evitar que el cáncer azote nuestros hogares, pero sí podemos trabajar para que la detección de la enfermedad sea más pronta, de manera que se pueda tratar a tiempo y conseguir mejores resultados. Desde la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer, luchamos para mejorar la calidad de vida de los menores y sus familias, apoyándoles tanto desde el punto de vista sociosanitario como asistencial, pero necesitamos el apoyo de todos para lograr que no haya ni un niño más con cáncer.— Pilar Ortega, presidenta de la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer.

HISTORIA DE AMAGOIA

Amagoia nació el 27 de octubre de 2011. Era una niña alegre, divertida, buena, muy cariñosa y con mucho carácter, sabía lo que quería desde muy pequeña cosa que me llena de orgullo.

Todas sus revisiones con sus vacunas iban muy bien, era una niña sana. En la vacuna de los 15 meses nos dijeron que probablemente le diese fiebre a los 8 días, como así fue. Como nunca había tenido fiebre nos pareció un poco raro y la llevamos al pediatra porque durante ese día durante segundos se quedó con la mirada ausente . En la revisión nos dijo la pediatra que el llanto de la niña era un poco raro y que si seguía llorando así la llevásemos al neurólogo. ¿Cómo iba a cambiar el llanto si siempre había llorado así? Pues así lo hicimos, a los tres días estabamos en el neurólogo.

Ese mismo día, 20 de febrero de 2013, le hacen una analítica y un electroencefalograma y todo da bien, por lo que deciden hacerle una resoncia magnética con contraste y en esa prueba le detectan una hidrocefalia que es producida por un meduloblastoma (tumor cerebral) debajo del cerebelo.

Hablamos con el neurocirujano y nos dijo que había que operar si o si y de manera urgente porque se podía ir en unos días pero que primero había que quitar la hidrocefalia que es lo que realmente la estaba matando. El día 24 de febrero le pusieron una válvula temporal para quitarle la hidrocefália y todo fue muy bien. Al día siguiente, 25 de febrero, por la tarde entró en quirófano para ser operada del meduloblastoma, una operación muy larga y muy dura igual que el resto de los días de UCI y tratamiento de quimioterapia.

Estuvo en la UCI pediátrica del Hospital Universitario Quirón durante 8 días y después 2 días en habitación. El día 13 de marzo de 2013 fue trasladada al Hospital Universitario Niño Jesús.

Una vez instalados allí, el día 20 de marzo la pusieron el port-a-cath y el 22 de marzo empezó con su primer ciclo de quimioteria que toleró bastante bien y el segundo ciclo lo empezó el 13 de abril pero el día 30 de abril se lo tuvieron que quitar por rechazo. Le hicieron una resonancia magnética y le analizan el líquido de la médula: no hay ningún rastro de tumor.

El tercer ciclo de quimioterapia se lo dieron a través de una vía venosa central. Sufre una insuficiencia respiratoria que la llevó a la UCI. También tuvo una candemia por parapsilosis relacionada con la vía venosa central que la noche del 30 de mayo le produce fiebre, tiritona y taquicardias pero se recuperó en unos días.

El 12 de junio le colocan de nuevo el port-a-cath y el 17 de junio empieza el cuarto ciclo de quimioterapia. Todo va bien.

El día 22 de julio comenzó su quinto ciclo de quimioterapia pero el día 2 de agosto sufre una crisis. La hicieron una resonancia magnética y aparece una diseminación en el líquido cefalorraquídeo. Empezó con el nuevo tratamiento el 12 de agosto y parecía que todo iba bien pero el día 12 de septiembre tiene otra crisis que la llevó al ingreso en el hospital. El día 19 de septiembre falleció pero siempre permanecerá en nuestro pensamientos y en nuestros corazones. TE QUEREMOS AMAGOIA.